“Tristán e
Isolda compartiendo la poción”
John William Waterhouse, 1916
Romanticismo
Pintura mitologica
106.68 x 81.28 cm
Este cuadro, que ilustra uno de los episodios de la historia de Tristán e
Isolda, lo pintó el británico John William Waterhouse, un pintor relacionado con los Prerrafaelitas. Según esta leyenda de origen celta, el anciano rey Mark de Cornualles se había quedado viudo sin descendencia.
Su sobrino Tristán es el encargado de escoltar hasta Cornualles a la que será la nueva esposa del rey, la princesa
Isolda de Irlanda. Durante la travesía en barco, los dos jóvenes beben un filtro mágico que les hace enamorarse uno del otro.
Isolda cumple su deber y se casa con el rey Mark, pero no puede evitar ponerle los cuernos con Tristán.
El rey acaba pillando a la pareja y envía a Tristán al exilio, donde será gravemente herido por una lanza envenenada.
Isolda acude en su ayuda para intentar curarle, pero llega tarde y se encuentra a Tristán sin vida. Desesperada, muere de amor junto al cadáver de su amado.
En esta pintura, Waterhouse representa a Tristán e
Isolda a punto de beberse la pócima que desencadenará la tragedia, poco antes de que el barco atraque en Cornualles (se ve el castillo al fondo). Los colores brillantes son típicos de los pintores prerrafaelitas, que siempre pintaban a los protagonistas de sus cuadros guapos de doler los ojos. Es muy interesante el contraste entre las dos figuras: Tristán de tez más oscura, ataviado con su pesada armadura plateada, e
Isolda de piel blanquísima, vestida con telas vaporosas agitadas por el viento. Las manos de la pareja no se tocan, aunque el pie de Tristán está oculto bajo el vestido de
Isolda y su rodilla se aproxima a las de ella. La mirada que se están echando es de lo más elocuente. Con pócima o sin ella, es evidente que aquí hay una tensión sexual no resuelta.