El principal espacio de representación de la realeza micénica era El Megarón. Era una sala rectangular con tres espacios delimitados, ubicado al este del gran patio.
Estaba presidido por un pórtico con dos columnas pavimentado con baldosas de yeso y dotado de una pila para libaciones. La gran puerta del pórtico daba hacia el vestíbulo, cuyo suelo también estaba cubierto con estuco pintado.
El mayor espacio estaba ocupado por un trono donde se sentaba el monarca o Wánax, en el centro había una amplia estancia rectangular con un enorme hogar circular rodeado por cuatro columnas de madera de estilo minoico, pero recubiertas de bronce para evitar incendios accidentales. Se ha sugerido que el techo tenía una abertura que hacía de chimenea y de esa forma se eliminaba el aire enrarecido.
El Megarón era la sala principal del Palacio donde el rey tenía su trono y recibía a sus invitados. Se presume que el trono estaba situado en la parte sur de la sala, a media distancia, como ocurría en todos los Palacios.
En esa época, probablemente se disponía de asientos para recibir a los invitados del monarca que se reunían para comer y conversar, así lo cuenta los grandes poemas homéricos. También se reunía el Consejo de guerra donde se controlaba el sistema económico y la administración del Palacio.
El suelo también estaba cubierto con estuco pintado y bordeado con lozas de yeso. Los muros de la sala se decoraban con frescos ,quizás con escenas costumbristas o con imágenes de las batallas y cacerías de animales salvajes.