Pintor. Hendrick ter Brugghen
Obra. Esaú vendiendo su primogenitura
c. 1627
Óleo sobre lienzo. 106,7 x 138,8 cm
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV. 393 (1981.16)
Hendrick ter Brugghen retrata perfectamente el relato bíblico.
Isaac y Rebeca concibieron a los gemelos Esaú y Jacob.
Ambos rivalizaban por un lugar incluso desde el vientre y dios predijo que uno sería más fuerte que el otro y que el mayor serviría al menor.
Al crecer sus caracteres eran muy diferentes y cada uno de los padres tenía su predilecto. Isaac como amante de la caza, se inclinaba por Esaú que se convirtió en un hábil cazador y Rebeca prefería a Jacob que era un muchacho apacible y hogareño.
Un día llega Esaú exhausto y apesadumbrado porque la cacería fue bastante mala. Jacob en esos momentos preparaba un guiso de lentejas y Esaú le pidió a su hermano que le sirviera la comida para saciar su hambre.
Jacob aprovechó la oportunidad de que su hermano estaba hambriento y le exigió que le vendiera la primogenitura con todos los derechos a cambio de la comida.
Esaú se negó, pero era tanto el hambre que tenía que aceptó lo que le proponía su hermano sin evaluar las consecuencias. No contento con eso Jacob le hizo jurar a su hermano que cumpliría. Esaú juró sobre lo más sagrado y vendió su primogenitura, por un plato de comida.