LA TRINIDAD
El Greco, 1577 a 1580
Óleo sobre tela
300 centímetros de alto y 179 cm de ancho.
Museo del Prado de Madrid
Una de las características más destacables de su pintura es el alargamiento de sus figuras utilizando el canon de 9 a 12 cabezas en vez de las 8 de rigor establecido. Se ha especulado mucho con este tema llegándose a decir, por quienes se las daban de científicos, que tenía una deficiencia visual que le impedía una visión normal. Sin duda estos ‘científicos’ no habían visto la pintura que El Greco había realizado antes de ubicarse en Toledo, en su etapa italiana, donde el canon utilizado es de 8 cabezas.
La Trinidad de El Greco es un cuadro pintado al óleo sobre tela que mide 300 centímetros de alto y 179 cm de ancho. Fue ejecutado entre 1577 y 1580, y es uno de los nueve lienzos que realizó para el monasterio de Santo Domingo de Silos (el Antiguo), en Toledo. Actualmente se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.
Representa la escena en la que Dios Padre sostiene el cuerpo de su hijo Jesucristo muerto. Sobre ellos, el Espíritu Santo se representa en forma de paloma, como suele ser común. Alrededor de estas tres personas de la Trinidad, aparecen ángeles en diversas posturas, algunos de ellos con expresiones dramáticas en los rostros.
Se perciben influencias de Miguel Ángel, en el modelado de la anatomía de las figuras y de Tintoretto en el cromatismo. Predominan los tonos fríos (violáceo, azul, verde), con pequeños toques cálidos, lo que da vitalidad a la escena.
La composición es muy original y presenta formas triangulares, dentro de la cual se desarrolla toda la acción del cuadro y de la que sólo queda fuera la paloma representante del Espíritu Santo.
Los triángulos, al ser isósceles, transmiten sensaciones de grandiosidad, seguridad, equilibrio; pero especialmente éste que recoge las dos figuras principales, padre e hijo, y las cabezas de los ángeles, da sensación aérea, como de ascensión.
Vemos que se van repitiendo triángulos en la composición.
Y hasta la paloma forma un triángulo también invertido.
También hay un ritmo creado por la posición doblada de la piernas de Cristo y las del ángel de la derecha de túnica roja.
El centro del cuadro está dominado por el monumental cuerpo de Cristo, representado según las proporciones tradicionales y alejado de la estilización de las figuras que dominan en obras posteriores de El Greco. Sin embargo, es evidente el espíritu innovador manierista, reflejado en la serpenteante línea formada por la posición del cuerpo de Cristo y Dios Padre, así como por las irreverentes y exageradas reacciones de los ángeles.
http://papeldeperiodico.com