La isla de los muertos

Poema inspirado en la pintura 'La isla de los muertos”
'Pintor Arnold Böcklin, 1880
Óleo sobre tabla - Simbolismo
Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, Estados Unidos

La isla de los muertos

He de visitar la isla de los muertos
sin importar la voracidad del tiempo
la muerte en esta barca es cotidiana
el rostro del barquero no refleja nada
no hay sorpresa, ni lágrimas, ni lamentos.

La ira se va perdiendo en las aguas
es demolida en arrecifes sin sustento
la ambición me enveneno el alma
horadando los valores esenciales
archivando los buenos preceptos.

La vida fagocitó el corazón herido
el destino se apropió del talento
ni siquiera quedo la bella poesía
ráfagas furiosas de cruento fuego
incendiaron los versos en silencio.

Todo se perpetró en el ruin olvido
revistiendo los amaneceres de negro
los amores fueron utopías perversas
las peleas quedaron en el absurdo
destruyendo a mansalva la convivencia.

Sin darme cuenta mi tiempo termino
la regresión a la vida es puro invento
y ahora navego en este ataúd oscuro
mintiéndome que aun vivo y respiro
sin admitir que pronto seré materia
sin aceptar que hace rato estoy muerto.

EURÍDICE CANOVA
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