PINTURA ABSTRACTA
En la pintura abstracta, la obra de arte se convierte en una realidad autónoma, sin conexión con la naturaleza y, como consecuencia, ya no se representa hombres, paisajes, casas o flores, sino simplemente combinaciones de colores que intentan expresar la necesidad interior. Una de las características principales de la pintura abstracta es el uso de un lenguaje sin forma y la libertad cromática.
El ruso Wasily Kandinsky es el artista que impulsa la pintura no figurativa en Munich, a principios del siglo XX. “En el campo pictórico, una mancha redonda puede ser más significativa que una figura humana”, señala el pintor. Para él, el elemento interior determina la obra de arte. En 1921 Kandinsky se traslada a Berlín dónde se incorpora a la escuela de diseño, arte y arquitectura de la Bauhaus. En esta escuela se encuentra otro de los artistas destacados en la pintura abstracta, el suizo Paul Klee. El maestro explicaba en sus clases y en sus escritos cómo los elementos gráficos (el punto, la línea, el plano y el espacio) adquieren significado mediante una descarga de energía dentro de la mente del artista.